POR REDACCIÓN
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Aquí te damos tres ideas geniales para que tus paredes no solo decoren, sino que también te ayuden a organizar y a dar una sensación de mayor amplitud.
1. Estanterías flotantes: Son perfectas para ganar espacio de almacenamiento sin saturar el ambiente. Puedes usarlas para colocar libros, plantas pequeñas o figuras decorativas. Al no tener soportes visibles, dan una apariencia minimalista y ligera que hace que la habitación se sienta más grande y despejada.
2. Espejos estratégicos: Los espejos son tus mejores aliados. Reflejan la luz natural y artificial, lo que hace que cualquier espacio se vea instantáneamente más grande y luminoso. Intenta colocar un espejo grande frente a una ventana para duplicar la luz y la vista.
3. Cuadros y arte en vertical: En lugar de saturar una pared con cuadros pequeños, opta por una pieza de arte grande o crea una galería de cuadros en una disposición vertical. Esto dirige la mirada hacia arriba, creando la ilusión de techos más altos y un espacio más abierto.
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Color intenso: Elige un color vibrante y atrevido para una de las paredes de tu salón o dormitorio. Si el resto de las paredes son de un tono neutro (como blanco, gris o beige), una pared de color oscuro como azul marino, verde esmeralda o incluso negro puede añadir dramatismo y sofisticación.
Papel Pintado con personalidad: ¿Quieres un diseño que cuente una historia? Usa papel pintado con patrones geométricos, motivos botánicos o texturas. Hay una infinidad de opciones que se adaptan a cualquier estilo, desde el minimalista hasta el bohemio.
Paredes con textura: Considera materiales como el ladrillo visto, paneles de madera o incluso revestimientos de piedra. Estos elementos le dan una dimensión y un carácter único a la habitación. Una pared con textura es ideal para espacios como el recibidor o detrás del sofá en la sala de estar.
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Crear una pared de galería es una excelente manera de mostrar tu personalidad y tus gustos. No solo se trata de colgar cuadros, sino de contar una historia visual con tus fotografías, ilustraciones y objetos favoritos.

1. La elección de las obras: No te limites a los cuadros. Combina diferentes elementos como fotografías familiares, ilustraciones, mapas antiguos, o incluso espejos y platos decorativos. Lo importante es que cada pieza tenga un significado para ti.
2. La planificación es clave: Antes de clavar un solo clavo, coloca tus cuadros en el suelo para experimentar con diferentes disposiciones. Puedes optar por una cuadrícula ordenada y simétrica para un look más clásico, o una disposición asimétrica y "caótica" para un estilo más moderno y relajado.
3. Elige el marco correcto:Los marcos unifican la colección. Puedes usar marcos del mismo color y estilo para un acabado limpio y cohesivo, o mezclar diferentes colores y texturas para un look ecléctico y lleno de vida.
4. La importancia de la altura: La regla general es que el centro del cuadro o de la galería debe estar a la altura de los ojos (aproximadamente a 1.60 metros del suelo). Esto permite que las piezas se vean cómodamente sin tener que alzar o bajar la vista.
