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Por Redacción
Este 2025, la personalización se convierte en una de las mayores tendencias en decoración de interiores, impulsando la mezcla de estilos y la incorporación de piezas con historia. Se busca crear hogares que cuenten una historia y reflejen la identidad de quienes los habitan, alejándose de la uniformidad.
El estilo vintage resurge con fuerza, invitando a integrar muebles y objetos de segunda mano que añaden un toque nostálgico y auténtico. Desde cómodas retro hasta lámparas de los años 70, la clave es utilizarlos con moderación para lograr un equilibrio. Además, el **maximalismo** hace su aparición, permitiendo combinar patrones, colores y texturas para crear ambientes vibrantes y únicos, en contraste con el minimalismo estricto.
En cuanto al mobiliario, las formas curvilíneas y redondeadas dominan la escena, aportando suavidad y fluidez a los espacios. Sofás extragrandes y modulares en forma de "L" o "U" son la estrella en las salas, priorizando la comodidad y la adaptabilidad. La tendencia a los muebles bajos, en sintonía con la estética de los años 70, también contribuye a generar ambientes relajados e informales. Asimismo, la **tecnología invisible se integra sutilmente, buscando ocultar elementos electrónicos para mantener la estética limpia y fluida del diseño.